A punto de finalizar con su 6ta temporada este año, This Is Us (“Así somos” en España) nos ha entregado una de las historias más excepcionales en el tema de la lucha contra la obesidad.
La serie, centrada en un drama familiar que puede aguar hasta los más insensibles ojos del espectador promedio, nos cuenta la historia de tres hermanos: Kevin (el atleta guaperas que luego se convierte en un actor de cine famoso), Randall (el hijo adoptado afroamericano con una enorme obsesión por destacar y trabajar duro hasta ser perfecto), y nuestra querida Kate…¿la protagonista obesa?
Y es que lo primero que pensé cuando empecé la serie fue justamente eso:
“¿En serio? ¿este va a ser su arco de personaje? ¿soy gorda y quiero adelgazar?”.
En comparación, los demás personajes lidian con complejos de inferioridad, narcisismo, perfeccionismo, búsqueda de la propia identidad, racismo… y la chica de la historia iba a ser tan solo otra historia más de que “El que quiere, puede” y toda esa palabrería… francamente, estaba decepcionada.
No obstante, algo dentro de mí cambió con el pasar de los capítulos. Entendí que el drama alrededor del personaje de Kate Pearson sí está centrado en su peso, pero no es lo único resaltable de ella y obviamente, no la representa en su totalidad como ser humano. Pero algo muy importante que tuve que entender fue que si Kate solo piensa en su peso, es porque el mundo en el que vive no le permite dejar de pensar en ello.
¿Cómo dejar de lado la obesidad y la obsesión por el peso si nuestra sociedad está programada para juzgarnos por eso?

La infancia y adolescencia de Kate en This is Us
Desde capítulos de la primera hasta la quinta temporada (y vamos que yo estoy esperando la sexta como no se imaginan), hemos visto a Kate lidiar contra su alimentación. Su madre se preocupaba bastante por el tema (ya que a ella se le presionaba mucho por su aspecto también). Quería que fuera saludable y feliz… es decir, delgada.
Por su parte, su padre la llevaba a comer helado casi todos los días, o sencillamente la complacía con sus caprichos porque quería verla feliz. Al ser una persona más bien reservada, la niña solo se abría con su familia durante las celebraciones o en las comidas especiales, por lo que tiene sentido que su padre creyera que era el único modo de conectar con su hija.
Con la muerte de su padre, Jack, todos vimos lo que se rompió dentro de Kate. Ella amaba a su padre con tanta fuerza, con tanta intensidad, que dejó de preocuparse por todo lo demás, y eso incluyó su alimentación también. Una serie de malas decisiones (no me hagan hablar del condenado ex novio Mark, por favor…) la llevaron a usar la comida como un método de sobrellevar la ansiedad, las emociones tristes, y el estrés que llegó a sentir en su juventud.

¿Y Kate Pearson adelgaza en la serie? ¿Consigue ganarle a la obesidad?
Kate lleva 5 temporadas a dieta, y ¡Sorpresa! nada de eso ha servido para ella.
Lo más cerca que la vimos de estar en paz con su situación fue cuando fue a un retiro espiritual donde le hicieron darse cuenta de que no había superado la muerte de su padre, y eso solo había empeorado su actitud obsesiba hacia su peso y había estropeado en gran parte sus relaciones familiares (sobretodo en lo concerniente a su madre).
Y es que realmente podemos ver mucho de la psicología de la obesidad en este personaje. En alimentación intuitiva, se llama “Receptividad interoceptiva” a la capacidad de una persona de discernir sobre las distintas señales del cuerpo, como lo son las ganas de ir al baño, el sueño, y desde luego: el hambre.
Kate no pareciera, a simple vista, comer demasiado. De hecho, siempre la vemos restringiendo. Luego nos enteramos que come a escondidas, o que solo pierde el control cuando se siente estresada. Esto es muy normal cuando las personas no son capaces de conectar con las señales de su cuerpo, no hayan el punto medio entre el hambre y la saciedad, y usan la comida como aliciente contra su estrés.

Otros síntomas de las personas que sufren de obesidad (y que podemos encontrar en Kate) son:
- Baja autoestima
- Idolización con la imagen de la delgadez
- Dificultad para entablar relaciones interpersonales
- Obsesión por la imagen corporal
- Percepción negativa del propio cuerpo
Todo esto lo tiene nuestra querida Pearson, pero la hemos visto también relucir cuando se enfrenta a las adversidades (aspecto que vemos bien reflejado desde que entabló una relación con el personaje de Toby).
Kate es fuerte, es resiliente, es una buena madre y una hermana cariñosa y trabajadora.
La inseguridad que Kate siente sobre sí misma es un rasgo que muchos de nosotros compartimos, incluso aunque no tengamos obesidad. Entonces, ¿por qué el mundo ha de ser tan crítico con ella por estos aspectos?
Ya hemos visto que las personas obesas no son perezosas, ni carentes de voluntad. Esto es uno de los tantos estereotipos contra los que hay que luchar. Como Kate, las personas con obesidad tienen derecho a vivir una vida en la que no tengan que pensar constantemente en su cuerpo y en cómo son percibidos.
Una de las mejores frases sobre el tema, de hecho, se la dice Toby cuando estaban empezando a salir:
“Nos merecemos bailar, festejar, y tener una noche libre de gordura en la que el tema del peso no nos importe y podamos sencillamente ser nosotros”.
Con esa frase puedo encapsular a esta pareja, y aunque Kate siga luchando contra su propia gordofobia y sus deseos de ser delgada con todas sus fuerzas, hemos de admitir que ha puesto su corazón y empeño en tratar de amarse a sí misma desde los inicios de la serie.
Solo por eso, tuve que cambiar un poco mi opinión. Kate no es un personaje cuadrado o limitado solo a adelgazar. Kate es el ejemplo andante de que el amor propio es un camino difícil y que necesitamos ayuda para dar el primer paso. Pero en cuanto nos decidimos, podemos hacer y lograr todo lo que nos propongamos.
¿Qué opinas tú de este personaje? 😉
¿Buscas tu propio acompañamiento nutricional?
La única vez que Kate estuvo cerca a comprender realmente su situación, fue yendo a terapia…¿Te animas a seguir ese ejemplo?